Ayer estaba en un parque con mis hijos y mis sobrinos:
Locura máxima.
Cogían montones de arena y se la tiraban por encima de la cabeza. Las bambas nuevas que les compré para el primer día de clase parecían tener 120 años.
Los padres corrían detrás de los niños con las manos extendidas, persiguiéndolos como si fueran a evitar que se cayeran, aunque estuvieran a solo 50 cm del suelo.
Había dos chicas que podrían tener entre 16 y 30 años, con el pelo azul y vestidas como Bulma de Goku, empujando a los niños de los columpios para subirse ellas. Era divertidísimo, no podía dejar de mirar a los padres enfadados.
—Voy a decirles que ya son mayorcitas para estar jugando aquí con nuestros hijos. Decía algún padre de esos con patinete.
Yo me reía, era lo mejor de la tarde.
Me entretenía mientras pensaba en cómo le iba a explicar a mi mujer y a mi cuñada que había metido a los niños en una hormigonera gigante.
Con mis AirPods, escuchaba Todo el mundo lo sabe de Solo los Solos, y algún que otro audio de WhatsApp. De repente, veo varios mensajes privados en Instagram.
Me estaban insultando.
Me llamaban “gurú”.
Me preguntaban: cuál era el «método» que había utilizado.
Me decían cuánto dinero había ganado y si me había apalancado 1:10 para lanzar un corto (apostar a que la cotización iba a bajar).
Cuando leí esta última frase, se me hizo un nudo en la garganta y miré hacia arriba.
Para mí, todos esos adjetivos de traders son insultantes. Odio el trading. No funciona, aunque te digan que sí.
Todo esto fue porque hace unos días subí un vídeo donde hablaba de una posible caída en bolsa de la compañía ROVI.
Estos dos:
Parte 1
Parte 2
Supe que habría una corrección de Rovi, no porque leyera una noticia o me metiera en Bloomberg, ya no recuerdo ni las claves.
Fue todo por tres indicadores.
Media de 200 períodos.
Triple techo.
Volumen.
¿Cómo los utilizo?
Para relajar mis emociones, en cuanto compras o vendes guíado por una emoción. Estas jodido. Recuerda estas palabras.
¿Podía haber ganado dinero saliendo en corto?
No. Pues creería que he encontrado la panacea, el método Ajram, los 8 indicadores de algún Gurú por el que pagan hasta casi 2.000 euros.
Empezaría a utilizar esos métodos para hacer entradas y salida y eso me arruinaría.
Estos analisis me sirven para estar en el parque con mis hijos, con los codos hacia atrás en un banco, mis piernas estiradas y cruzadas. Con una bolsa llena de latas de refrescos, donetes y chuches, mientras los otros padres llevan tuppers con fruta y frutos secos.
Sus tuppers están intactos, porque los demás niños admiran nuestra merienda y nos merodean.
Estos análisis que hago me sirve para saber lo que está sucediendo, o posibles escenarios.
No solo me ayudan a tomar buenas decisiones, sino lo más importante: no tomar malas decisiones.
Si quieres interpretar esos tres indicadores y que tus inversiones sean tranquilas y rentables.
Entra y descúbrelo, pregunta cualquier duda.
¡Pronto empezamos!
«Olvida lo largo que es el camino, tan sólo da un paso tras otro paso»