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Así descubrí que era un inversor rentable y eficiente

Marzo de 2020, la antigua normalidad.

Algo sin precedentes ocurrió, y algo en mi se despertó.

Cuando se inicia el año 2020, ya se hablaba de pandemia en todos los periódicos, las redes sociales trataban el tema con bastante humor. Se hacían Memes y chistes de todos los colores a todas horas pero había cierto ambiente tenso.

La cuestión es que en los mercados, tanto Enero y Febrero no paraba de subir la bolsa, parece que no iba con ellos, no descontaban los mercados nada a futuro.

SP 500 a 22 de Febrero de 2020

Aquí se puede apreciar el SP 500 a finales de Febrero rompiendo máximos.

Yo como asesor financiero personal recuerdo hablar con los clientes el siguiente tema:

«Estamos en máximos, podría corregir el mercado pero no debemos de predecir nada, tan sólo tenemos que alargar plazos y asegurarnos de que tenemos liquidez por si la cosa se complica.»

Ese era mi argumento entonces. Básicamente el mismo que sería ahora, ya que es el acertado.

Por otro lado, es verdad que con cierta intuición y tratando de cubrir mi cartera, compré una Opción Put, del Ibex35, la razón fue porque, en ese momento, en el que estábamos comenzando una pandemia, el conjunto de las 35 compañías españolas que mas capitalizan, estaban en máximos de 52 semanas, tonteando con los 10.000 puntos, hacía mucho tiempo que no se le veía al Ibex en esas condiciones.

Una opción put, para que lo entendáis muy resumido, era «apostar» a que en las siguientes tres semanas el Ibex 35 caería, hasta el tercer viernes de Marzo, y ahí tendría el derecho que no la obligación de ejecutar la compra.

Confinamiento, pandemia y fallecimientos

El 15 de Marzo del año 2020, declaran el toque de queda en según que países antes o después y ocurre algo sin precedentes, nos confinan, se bloquea y se paraliza el mundo, todo un por un virus, el COVID-19, esto lleva a los mercados a las mayores caídas jamás sucedidas en la historia y hechos peculiares como ver el barril de Brent en negativo, había que pagar por tener petróleo, o lo que es más sorprendente, habían gasolineras que no te cobraban si querías llenar el depósito en según que sitios de EE.UU.

Se pasó de hablar de número de contagios a directamente número de fallecidos, habían páginas y plataformas que contabilizaban a tiempo real estos fatídicos números.

Mientras todo caía en los mercados, mi cartera de inversión se hundía, pero además no sólo se hundía mi cartera sino la de mis clientes.

El móvil no paraba de sonar, los clientes no paraban de deshacer posiciones, mientras entre rato y rato veía mi cartera que tanto me ha costado construir y estaba completamente hundida a un grave -67% de todo el patrimonio de inversión.

Por una lado tenía que decirles a los clientes lo que de verdad estaba ocurriendo, y por otro lado tenía que decirme a mi mismo lo que de verdad estaba ocurriendo y tomar decisiones puesto que una caída de esa envergadura exige gestión.

Después de una jornada dura de trabajo, explicando a los clientes lo inexplicable,  me levanté a las 4:30 de la mañana el 17 de Marzo para tratar de poner fin a las caídas diarias de entre el 10 y el 20% día tras día desde que se declara el estado de alarma.

Ya no sólo valía el largo plazo, tenía una gran oportunidad.


Ya no sólo valía el largo plazo, tenía una gran oportunidad.

Tras sentarme en mi mesa de trabajo, con el ordenador apagado lo primero que hice fue sacar mi pensamiento más crítico. ¿Qué es lo que está ocurriendo? tras analizar la situación lo siguiente que pensé, ¿La humanidad seguirá consumiendo? ¿dejarán de comprar I Phone y zapatillas Nike? ¿Qué está sucediendo realmente?

Me hacía cuestiones tales como , por qué ha caído la bolsa, por qué están vendiendo los inversores y si realmente yo debería de vender también o sería un error.

Decenas de preguntas me rondaban por la cabeza. Trataba de darles respuesta sin la necesidad de mirar medios de comunicación o internet, traté de sacar mi pensamiento mas independiente y crítico.

Lo siguiente que hice  fue hacer dos columnas, en la primera columna ordené las compañías de mi cartera, de la que más había caído a la que menos. De los fondos de inversión me olvidé, puesto que tengo poco expuesto y dejaría que ellos gestionaran la subida.

A la derecha hice otra columna, de las más rentables y capaces de dar mayores Cash Flow a la que menos, con otras palabras, de las que son capaces de hacer más dinero, a la que menos.

Cuando ambas columnas quedaron en negro sobre blanco, las miraba y hacía un zoom out del resultado de ese mapa.

Por supuesto tenía liquidez, eso no puede fallar en una cartera, y tenía que ver cómo la emplearía para rescatar mi cartera.

 

COMPAÑÍA CON MÁS PÉRDIDAS

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COMPAÑÍA CON MENOS PÉRDIDAS

COMPAÑÍA MAS

RENTABLE

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COMPAÑÍA MENOS

RENTABLE

Lo primero que hice fue con el 10% de mi liquidez abrir un fondo indexado, para no tratar de batir al mercado, el 17 de Marzo del año 2020, hago lo que le decía a todos mis clientes que tenían que hacer, invertir.

Con el resto de la liquidez, tras esperar unos días a que las aguas se calmen y tras ordenar, las más rentables con más pérdidas,  fui ponderándoles porcentajes para que aquellas más rentables con más pérdidas tuvieran más re compra que al contrario, otras sin embargo no volví a comprar porque, o no habían caído gravemente o el largo plazo jugaba, como es habitual a mi favor.

Por otro lado la opción Put que compré, podía tener el derecho de cerrarla el tercer viernes de Marzo, Donde casualmente el Ibex 35 estaba sumamente hundido. Caía más de un 50%. Por lo que al ejercer mi derecho me encontré con una gran suma de liquidez que podía utilizar para comprar más de los valores que ya tenía en cartera pero cotizando a unos descuentos impresionantes. Podía acceder a la compra de una cartera de acciones, barata como hacía años que no estaban, fue sin duda una gran oportunidad.

Una vez que hice las asignaciones cerré el ordenador, y me fui a jugar con mi hijo mayor que entonces tenía una añito y medio. Me olvidé completamente de los mercados para sumergirme en mi vida familiar donde tuve la oportunidad de estar en el campo, con mi familia y apartado de todo el terror y la tensión de esos días.

El resultado fue impredecible, cerré un año por encima del +300%, fue una gestión impresionante, puesto que no era lo mismo aquellos que descubrieron la bolsa a raíz de estar confiando, que gestionar un patrimonio hundido por el miedo de los inversores.

Tras disfrutar del momento y pensar en que fue lo que me llevó a ese éxito, me dije, Dani tienes que hacer esto de alguna manera público, haz de contar al mundo por qué me considero altamente rentable. 

Las claves fueron:

  • Nervios de acero
  • No hubo fallos en las coberturas, había liquidez.
  • Lectura correcta del mercado.
  • Pensamiento crítico. Mirar más allá y con personalidad.
  •  No hacer nada primero, Hacer cuando nadie quiere hacer.
  • Saber que empresa es rentable y cuál no.
  • Conocer las compañías que tienes comprada
  • Vuelvo a repetir, lectura correcta del mercado.

Si quieres contratarme y aprender a leer el mercado como yo lo leo, no dudes en ponerte en contacto conmigo a través de una sesión 1 a 1.