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Si vienen de una familia acomodada no valorarán el dinero, si vienen de una familia escasa de recursos la carencia podría hundirlos
La carencia en una persona podría tener unas consecuencias positivas dando lugar a la creatividad y que la fortuna de tener carencias o pocos recursos pueda dar como resultado una persona extraordinaria.
Por otra parte, el acceso al dinero, según Warren Buffet, es uno de los factores más importantes para lograr conseguir una gran fortuna, es decir, no partir desde cero y eliminar el coste de oportunidad que tiene no tener liquidez podría ser básico y suficiente para construir un imperio.
Lo que ocurre es que en la mayoría de los casos ocurre lo contrario.
Jóvenes de familia adinerada creen ser ricos, cuando no saben que los ricos son sus padres y tarde o temprano se encontrarán con la realidad de la vida. Pueden llegar a acomodarse o negarse a crecer puesto que creen que no lo necesitan, o lo que es aún peor, no darle valor a las cosas ni al dinero.
Jóvenes de familias con recursos limitados pueden llegar a deprimirse, rendirse y asumir su rol, su escala social y conformarse con una nómina plana, difícil de escalar y muy dura de ganársela.
cómo podemos ayudar a nuestros hijos, aconsejar o influir positivamente. Si eres de los que crees que el niño te ha salido tonto, y te eximes de responsabilidad, seguramente serás de los que juegas todas las semanas la lotería y si un día no puedes, eres capaz de hacer docenas de kilómetros para no perderte la nula probabilidad de que te toque, el ansiado y no tan agraciado premio.
La escasez y la abundancia, la doble cara de ambos.
Cómo mencionábamos anteriormente, ambos factores pueden llevarte a valorar o menospreciar tanto el dinero, cómo los objetos o cualquier cosa.
Ambos elementos, te inspiran o te aploman.
Tanto el uno como el otro, puede convertirte en una persona extraordinaria, que aporta a la humanidad y ayuda o hacerte caer en la miseria e incluso en la depresión más absoluta.
De modo que lo que vengo a decir es que no hay excusas, tanto si estás en un bando como en otro. Depende de ti. De tu hijo.
Tan peligroso es nacer en una familia sin recursos como en una acomodada.
Claro está que puestos a elegir preferiríamos ser niños mimados en un Ferrari que saber lo que es que te corten la luz o esperar a principios de mes para ir a comprar.
Un mimado podría acabar en la miseria. un mísero lo normal sería acabar en la miseria. Lo cierto es que ambos sentidos te pueden llevar hacia el éxito y la riqueza.
Si yo viniera de una familia adinerada. tendrías todo el derecho del mundo a decir que es muy fácil hablar, pero como bien sabéis muchos de vosotros, la escasez, la pobreza y los malabares para llegar a no pasar hambre, era lo que mandaba en mi casa. Una casa llena de niños y niñas y vacía de recursos.
¿Entonces, que puedo hacer para ayudara a mi hijo?
- En qué bando estoy
Hacerle cobrar consciencia de esto que acabo de hablar, y que tome consciencia de donde parte. De en que bando está, sin hacerle sentir perdedor o ganador, tan sólo las cartas que tiene, y lo que podría llegar a pasar moviéndolas de una manera o de otra.
Esto no significa que pares el podcast y te acerques a tu hijo para contarle toda esta chapa.
Aprovecha un buen momento, sólo tu sabrás cual es, que nada os interrumpa, que haya tranquilidad, y crea la conversación como si saliera de casualidad, no la inicies, hazle ver que ha surgido de manera natural. Háblale de los dos bandos, busca ejemplos con sus ídolos, famosos arruinados o famosos de la nada. Hazle tomar consciencia.
2. Cuánto vale lo que ganas.
El derroche financiero y las fugas de dinero vienen muchas veces por no cobrar consciencia de cuánto vale ganar dinero o tener un descontrol en los gastos.
Igual que pagar en efectivo o revisar la cuenta corriente para ver los gastos puede llevarnos a alarmarnos y tratar el tema. Hablar a un adolescente o niño de cuanto vale ganar dinero podría hacerle cambiar la visión del esfuerzo que hacen los padres o que tendrá que hacer él para conseguir dinero.
Con un ejemplo lo veremos mejor.
Imaginaros que nuestro hijo nos pide una bicicleta, esa bicicleta cuesta 500€. Aunque tengamos en mente comprársela bien porque creemos que se la merece por algún tipo de logro o simplemente porque no tiene bici está bien que le hagamos ver cuanto nos va a costar comprársela.
Ponte el caso de que tienes un bar. Sentarse con él y decirle, -verás hijo, esa bici cuesta 500€, yo vendo los cafés por 1,40€ por lo que a cada café le gano aproximadamente 1€. El dinero de la bici lo voy a sacar del 20% de lo que gano, por lo que necesitamos dinero para pagar los gastos fijos y variables que tenemos en un mes. Como voy a vender tostadas y otros complementos, nos podemos permitir ese 20% para comprar la bici.
Por lo que tengo que servir y cobrar 2500 cafés. ¿quieres ayudarme para que no sólo puedas contarlos y anotarlos, sino para que también tengas la sensación de que te lo has ganado tu?-
En cuanto vea cada café como se atiende;
Hay que limpiar la mesa, darle los buenos días, tomarle nota, hacer el café, cuando lo dejas, te cambian el azúcar por la sacarina, nos piden un vaso de agua, más tiene que utilizar el cuarto de baño que nos encargaremos de que estén limpios, hacerle la cuenta, cobrarle y limpiar la mesa cuando se vaya, todo eso 2500 veces. Eso sí, sin contar, la compra del café y sus negociaciones, y todas las contrataciones y puesta a punto de servicios que se necesita para que el café salga de manera correcta.
Si tenemos una panadería podríamos hablar de barras de pan.
O si fuéramos asalariados podríamos hacer la cuenta de cuanto cobramos la hora, seleccionar un 5% por ejemplo, y hacerle ver todos los preparativos que tenemos que hacer:
Acostarnos pronto, ducharnos, tener la ropa preparada para ir a trabajar, coger el cercanías, tomar el metro, comer fuera, no volver hasta las tal de la tarde y toda la formación que hemos tenido que hacer para llegar a ese puesto o logros y que nos paguen por el servicio que prestamos.
Hacerle entender, y que tenga consciencia de cuánto cuesta ganar dinero.
3. Cómo percibimos el entorno y qué tiene de real.
Uno de los mayores problemas a los que nos enfrentamos es al gran mal que causa las redes sociales:
Tener un torso con abdominales marcados, exige mucho esfuerzo y dedicación para llegar a ese punto de tomar la foto.
Los barcos, los viajes, los lujos, muchas veces no existen o esos viajes se están pagando a plazos a través de un préstamo.
Casi nada de lo que vemos es real, todos tenemos problemas y tenemos que luchar a diario con pequeños infortunios, discusiones de pareja o con los hijos. Querer demostrar al mundo lo mucho que tienes, es muy probable que: o tienes una baja autoestima y necesitas que te admiren o directamente que nada de ese avatar que has creado existe.
Entonces, ¿Cuál es la mejor forma de hacerlo ver a un adolescente?
Crea ese falso mundo.
Empieza desde cero una cuenta nueva de Instagram o Tik Tok.
Vete a un puerto y alquila un barco y sube fotos bien pensadas descorchando una botella y brindando.
Pide un café o una cerveza en un restaurante caro, siéntate o coge un ticket de alguien que se haya gastado casi 1000€ en comer y titula la foto, «hoy toca menú del día»
Pasa un día en la montaña, en una sierra en invierno, coge dos eskis de los que hay siempre fuera de los comercios ponlos en la nieve juntos y haz un título de «hora de desconectar, así se empieza un lunes»
Graba vídeos en tiendas caras, pruébate polos caros, cruza las piernas en playas y etiqueta la playa que quieras, di cual es tu próximo destino o haz una encuesta: ¿Dubai o Seychelles?
Hazle ver que cuando quiera se puede inventar un falso mundo y que al otro lado hay pobres infelices que quieren llegar a hacer lo que él no es capaz de hacer.
Ridiculiza las redes de manera discreta, desmontando el chiringuito, es la mejor forma de que te tenga consciencia que de que hay mucho de mentira en las redes, y que las personas que realmente viven ese tipo de vida, no están constantemente publicándola, puesto que forman parte de su vida normal, no lo ven extraordinario, les parece el fruto de su duro trabajo, sin más.
4. Especialización y Formación
Si quieres ganar mucho dinero, haz algo que no sepa hacer nadie como tu y podrás cobrar por ello lo que veas conveniente.
Cobrar conciencia, es la frase más repetida en este documento. Cobrar conciencia de que puedes estudiar una carrera o no, puedes optar por opositar pero nada de esto te convertirá en una persona extraordinaria o ser capaz de generar riqueza.
Tanto si terminas una FP o una carrera nadie va a tocar a la casa de tu puerta a darte un buen puesto o a traerte dinero, incluso aunque no tengas formación ni experiencia has de pensar que el dinero está en la calle, en internet, en el aire.
Vender algo que necesite mucha gente, o vender algo que los que los pocos que lo compren paguen mucho por ello o simplemente trabajar mejor que nadie, no hacerlo bien, sino trabajar mejor que nadie, sin pisar a nadie, sin hablar mal de nadie.
5. Reflexión sobre el mundo laboral
Esto que te voy a contar es innegociable. Son verdades absolutas donde tu podrás extraer la parte que más te convenga o ayude. Ahí voy.
- Si tienes un salario fijo, odiarás los lunes.
- Si tienes un salario escalable, te encantarán los lunes.
- Si eres empresario escogerás a tus compañeros, además tendrás un salario escalable.
- Podrás ser tres tipos de empresario:
- El que paga la cuota de autónomo.
- El que paga nóminas y trabaja para los trabajadores.
- El que hace crecer su negocio. Día a dia.
- Si haces algo que los demás no saben hacer, tu pondrás el precio.
- Si haces algo que hace todo el mundo, te pondrán tu precio.
- Si no te apasiona tu trabajo, serás un esclavo.
- Con tu trabajo puedes pagar deudas o comprar la felicidad y tranquilidad.
- Si no aportas o haces vender más a tu empresa, te pagarán por cumplir, si por el contrario haces que la empresa por la que trabajas, crezca y venda más, te pagarán para que te quedes.
- Si eres bueno escogerás tu la empresa, sino, la peor empresa te escogerá a ti.
- Puedes montar tu propio negocio, tan sólo tienes que pensar y focalizarte, trazar un plan.
- Puedes trabajar donde quieras, tan sólo tienes que pensar como hacerlo. y focalizarte, trazar un plan.
