Como más me gusta entretenerme es con los screeners.
Buscando empresas baratas, analizándolas, leyendo sus balances y descubriendo que hay una ganga.
Luego no compro, ya tengo mi cartera cerrada, pero las guardo ahí, en un saco, en un limbo entre camas de algodón, con musas y violinistas que tocan y bailan para ellas.
Me encanta saber que el mercado está lleno de oportunidades para hacerte rico.
Eso me da fuerzas para ganar más dinero, para crear más pasivos, para que no me apetezca invertir en inmobiliario ni en subastas, ni perder el tiempo viendo pisos que alguien quiere venderte y ambos pensáis que es una gran oportunidad.
Cuando invierto, fijo mi punto A y fijo el punto B. Pero a veces, no siempre, a veces, fijo un plan A y un plan B.
Me encanta diseñar una estrategia donde pueden suceder dos cosas: que gane mucho dinero o que gane bastante dinero.
Normalmente, este tipo de inversión lo hago premium. No por ganar más, sino porque valoren el capítulo, tomen apuntes y lo trabajen.
Lo gratis no gusta a nadie.
Siempre he dicho que, si algo me caracteriza, es la interpretación del mercado.
Cómo soy capaz de ver más allá de las cuentas, más allá de lo que otros ven.
Cómo sabía que el sector del lujo caería, cómo sabía que el sector salud subiría y que ahora está a buen precio.
Cómo sabía cuándo no era buen momento para entrar en el Nasdaq, antes de 2022, y cuándo sí lo era, a finales de 2022.
No soy un mago ni una bruja, no soy insider.
Soy un tipo que, cuando era joven, invirtió, perdió mucho dinero y luego ganó una cantidad indecente en los mercados financieros.
El mercado más seguro y rentable del mundo.
Aquí el capítulo. En YouTube o en Ivoox. o en todas las plataformas.
Aquí tres horas de un antes y un después.
