Estar contigo mismo no es tan malo.

El otro día observaba como jugaba mi hijo en el cuarto. Jugaba solo con unos muñequitos.

Había creado una mini ciudad y el juguete protagonista era un “Lobezno” que acababa con todos los malos que le atacaban. Un transformer, un oso descosido, un roto Spiderman.

Dejé el ordenador, donde trabajaba para algo que tenía que terminar para mañana, fíjate que casi toda la vida la pasamos preparando cosas para mañana, para esta semana o para este mes.

Tenemos la creencia y certeza de  enseñar a los niños, cuando muchas veces lo único que hacemos es inculcarle prejuicios.

Les quitamos la autenticidad y la espontaneidad con la que nacieron.

Les enseñamos el camino del «proceso».

El camino de una vida programada.

Con el tiempo me he dado cuenta de que mis hijos son los que me han enseñado a hablar a mí.

Me avisan cuando digo una palabrota, me señalan para que mire al cielo, donde se ve un diminuto avión.

Me dicen que me agache y que juegue con lo que haya allí. Un juguete, una piedra o una hoja.

Mejorar un 1% cada día, está claro que te convierte en una persona extraordinaria en pocos años.

Invertir cada mes durante mucho tiempo está claro que provoca que cambia tu vida financiera para siempre.
 

Pero estar contigo mismo o contigo misma un rato de vez en cuando, te hace estar presente.
 

Como esa aventura de un niño cuando juega o te dice de jugar, pero jugar  “ya”.

Estar contigo y sentir el silencio cuando amanece. El sonido del agua de una fuente. La madera crujiendo cuando arde. Un café lento, contigo, sin prisas, lloviendo fuera.

Estar contigo no es tan malo.

Si tu «yo»  es un lugar seguro, un ser que puede con su peso, con su vida, un lugar que no conoce el coste de oportunidad, un lugar tranquilo y abundante.

Un sitio donde perdura el crecimiento constante personal antes que cubrir una carencia.

Un lugar con motivos de agradecimiento, de gratitud.

Motivos de brindis de celebración y abrazos.

Un lugar donde podremos brindar, celebrar y darnos abrazos.

22 de Noviembre en Granada