Lo que ves es que el mercado está cayendo. Te pensabas que eras un buen inversor, que habías dado con la tecla. Y ahora, tu cartera está exactamente como al principio.

Te rondan pensamientos como:

• No tenía que haber comprado esto.

• Tenía que haber vendido aquello.

• No tenía que haberme metido a invertir.

Y esto, no es broma. Es un problema serio. Muy serio. Un problema que, además, tienes que hacer lo posible por solucionar.

Invertir y no ser rentable es grave.

Invertir y perder dinero, es una ruina.

Las inversiones son dientes de sierra. Suben y bajan. Pero cuando leo en los periódicos más populares de este país que el mercado está cayendo porque “hay miedo a recesión”, me doy cuenta de que estamos perdidos. No hay nadie que pueda ayudarnos. Estamos solos. Nadie tiene ni la más mínima idea de invertir.

• Nuestro director del banco no tiene ni idea.

• Los diarios económicos no aciertan, porque los golpes de talón duelen demasiado.

• El método Ajram no funciona.

• Michael Burry ya no acierta nunca. Lleva 17 años fallando. Bueno, en realidad, solo acertó una vez y ganó mucha pasta. Pero eso fue todo.

Pero eso no es lo peor.

Lo que realmente me preocupa es que los tapones de las botellas de plástico no están diseñados para no separarse y evitar que, si vas conduciendo, se te caiga al suelo, intentes cogerlo y termines poniendo en peligro tu vida y la de los demás mientras te cagas en la madre que parió al tapón.

No. Es otro movimiento político. Otra señal politizada…

Y ahí estoy yo, todo orgulloso, bebiendo mi cola con extra de azúcar en mi ID Buzz, convencido de que el tapón fijo era el invento del siglo… Pero no. Todo ha sido una farsa.

Entonces, ¿dónde podemos pedir ayuda si el 90% de los inversores no son capaces, las criaturicas, de batir al mercado?

¿Dónde puedo gestionar mis ahorros si la recesión es inminente?

La respuesta está en ti. Y en el tiempo.

• Busca valores por tu cuenta.

• Abre fondos con tendencia alcista.

• Y dale tiempo. Mucho tiempo.

Cuanto más tiempo, más rico. Más Lambos. Más Rolex. Más fiestas a 300 metros de la isla en un yate.

Aquí te dejo tres horitas para superar el mercado.

«Invertir y no ser rentable es grave. Invertir y perder dinero, es una ruina.»

«No cambiarás nada, hasta que tú no cambies nada»