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Del “nos tomamos una rápida” al que te den las seis de la mañana

Ayer rozaban los 40 grados.

Me desvelé a las 5:00 de la mañana para trabajar en un nuevo proyecto y escribir algunas frases en libros que no sé si algún día verán la luz.

Eran las 10:00 de la mañana y me encontraba en el balcón del despacho tomando una maritoñi y viendo la calle y a la gente pasar.

Por cierto, aprovecho para decirlo: en Granada los Piononos están sobrevalorados y las Maritoñis infravaloradas. Si no, cuando vengas por mi ciudad, pruébalos y dime qué está más bueno.

La cuestión es que a media mañana me llama una amiga. Me invita a un café.

A media mañana me llama un amigo. Le invito a un té.

Cercano al mediodía, me dice un compadre de tomar una cerveza rápida.

“Una segunda y nos vamos.”

“Una tercera y nos liamos del todo.”

«Una cuarta que nos invitan», ya sentados con el dueño del bar en nuestra mesa mientras hablo de Bitcoin, SP500 y videojuegos.

Luego decimos de los funcionarios…

Pero aquí hay dos puntos que analizo y me hacen tener una reflexión:

Primero, tener la suerte de tener un “trabajo”, o algo que me genere ingresos, que me apasione tanto como para hacerme dar un brinco a las cinco de la mañana y cruzar la calle para irme a mi despacho.

La segunda es poder tomarme un café ahora o esta tarde, sin agendas ni pedir permiso. Liarnos al mediodía, entrar con un amigo a un bar y cuando salimos somos tres, cogidos de los hombros y levantando las piernas como si sonara la canción de Paquito el chocolatero.

El que envidia al funcionario que ficha y se va al Corte Inglés, es porque no entiende que su trabajo le parece una mierda, y por eso se va.

Cuando yo entro en mi estado de flow, las horas del reloj pasan como si fueran minutos. No me entero de nada, no pienso en otra cosa ni me distraigo con nada. A veces mi mujer me tiene que llamar para que vaya a casa y recordarme que tengo dos hijos.

Aquí te dejo un test no solicitado para saber si necesitas un cambio o no:

  • ¿Te sabes todos los puentes y festivos al comenzar el año?

  • ¿Los miércoles dices: “por fin, mañana juernes”?

  • ¿Haces planes para el fin de semana?

  • ¿Tienes vacaciones en agosto?

  • ¿Tachas los días para que lleguen esos días?

  • ¿Los lunes piensas en los viernes?

  • ¿Te puedes tomar un café ahora?

  • ¿Te puedes tomar una cerveza después y liarte?

Si en algunas dices SÍ, o en las dos últimas dices algún NO, te diré algo:

Ahorra cada mes. Invierte cada mes. Compra acciones que nadie busca. Si no sabes encontrarlas, pronto haré un capítulo en el que te enseñaré.

Intenta levantarte un poco antes de tu hora habitual y utilízala para formarte y cambiar de trabajo o emprender.

Ojo con tu velocidad de crucero, donde se te pasa la vida. Y toma consciencia de ello.


Si no sabes invertir escucha mi programa.


Si quieres desarrollar lo que sabes o lo poco que sabes, ten un 1 a 1 conmigo.

Porque:

“No cambiarás nada si no cambias nada.”