Nada peor que una persona que externaliza la responsabilidad de su éxito o de su trabajo.

Aléjate del que dice frases como:

“No hay trabajo.” 

“Con ese padre y ese dinero, así cualquiera.”

“¿A ese? Se lo han dado todo.”

“Ya es tarde para empezar.”

“Yo no valgo para eso.”

“Seguro que ha hecho algo raro para ganar tanto.”

“No sirvo para emprender.”

“Me conformo con llegar a fin de mes.”

Digo que te alejes, o al menos que no pases demasiado tiempo con esa persona, porque trae y huele a  ruina. Y la ruina se contagia.

Respira cansancio. Persigue la mala suerte.

Es un conformista deprimente, un politólogo de sofá. Se sabe todos los nombres del Congreso y hasta los alcaldes de los pueblos de su provincia.

Recuerdo que Apple ya parecía cara en 2010. En 2015. En 2018, cuando la compré. Y hoy sigue pareciendo cara.

NVIDIA estaba “cara” en 2023, en 2024… En 2025 cayó hasta los 85 dólares e identifiqué un error en el mercado y me aproveché de él.

Ayer presentó resultados excepcionales, una vez más. Trimestre tras trimestre. Y ha vuelto a dispararse, cotizando en el pre-market por encima de los 140 dólares.

Mientras tú hablas del hijo de tu vecino, puedes comprar la mejor empresa del mundo por el precio del traje ridículo que llevaste a la boda de tu mejor amigo.

No tienes que heredar nada.

Puedes ser co-inversor hoy mismo de cualquiera de las siete magníficas del S&P 500.

Puedes hacer como hice yo:

Comprar cuando todos vendían.

Mantenerla mientras me hacía lentamente más rico.

Y venderla cuando me dé la gana.

Sin jefes. Sin papeleos. Sin levantarme a las 6 o por lo menos para sólo trabajar.

Es mucho mejor que heredar la empresa de tu padre.

Tiene más futuro que tu voto cada cuatro años.

NVIDIA, presentó ayer resultados y acaba de demostrar que sigue siendo un gigante.

Y tú puedes ser dueño de un pedazo de ese gigante.

Aquí te puedo enseñar por qué a 85$ o por debajo de 90$ era un buen precio de compra

“No tienes que heredar una fortuna para ser libre.

Puedes comprar una parte del mejor negocio del mundo… y dejar que trabaje para ti.”