Seguramente, si subiera mis tesis de inversión, esta comunidad monetizaría más.
Vendería más.
Tendría más suscriptores y, cómo no, facilitaría la vida a muchos inversores.
De vez en cuando me lo dicen. Soy consciente de que, si colgara mis tesis de inversión, no solo optaría a estar en el top 10 de las finanzas en podcast, sino también en el top 10 de las finanzas en YouTube.
Pero si hiciera eso, ganaría yo, no tú.
Si no, cuéntame qué te ha pasado cuando compraste Nagarro o entraste en el sector del lujo, porque dos de los grandes creadores de contenido de este país lo popularizaron.
Esas inversiones iban bien para ellos, pues forman parte de su mapa, no del tuyo. Por eso pierdes dinero y ellos ganan.
Yo hago algo distinto. No es mejor, por supuesto. Es más tedioso, más lento, más difícil. Pero te enseño a pescar, no te doy peces que ni siquiera te gustan.
Trato de transmitir tranquilidad cuando las aguas están revueltas. Porque un marinero como yo ha navegado por peores tormentas.
Por eso, llenando nuestras barrigas de vino en la bodega de nuestro barco, con las velas moviéndose de un lado a otro y las redes agitándose, te cuento lo que yo hice. Para que tú lo hagas con tu barco.
Colgar una tesis es sencillo.
Explicar cómo hacer tu propia tesis no lo es tanto.
En una mañana de tu ajetreado día puedes aprender a realizar tu tesis de inversión.
“En pleno mar, llenando nuestras barrigas de vino, con las velas azotadas por el viento y las redes agitándose, te cuento lo que yo hice. Para que tú lo hagas con tu barco.”
