Desde pequeño me considero una persona inquieta, reservada, suelo tirarme a la piscina, pero cierto es que más importante para mi es mirar si la piscina tiene agua o no.

No quiero ser un valiente en el cementerio.

No quiero vivir rápido y morir joven.

Quiero ser valiente siempre.

Vivir rápido y también vivir lento.

 

Hacer lo propio para alargar mi estancia en este planeta, o más que lo propio, lo que está de mi mano. Lo que no puedo controlar lo dejo en la puerta de mi cuarto cuando me voy a dormir y en la mesita de noche cuando salgo de mi cuarto para empezar el día. Cuando comienza la vida.

Cuando voy hacer algo con cierto riesgo. Aunque bien es cierto que mi dia, desde el deporte que realizo, mi trabajo y mi vida financiera está rodeada de riesgo. Me gusta hacerme la siguiente pregunta:

¿Qué es lo peor que podría pasar?

Cuando empecé a grabar un podcast me lo pregunté. La respuesta era bien sencilla. 

Lo peor que puede pasarme es que no me esuche nadie.

Cuando dejé mi trabajo, un buen trabajo, con un buen contrato con un buen sueldo, me dije:

¿Qué es lo peor que puede pasarme?

Arruinarme, pero si no me arruino ahora con poco más de 30 años, cuando lo haré.

Es muy saludable y muy didáctico arruinarse por lo menos alguna vez en nuestra vida.

Cuando creo una nueva empresa con un nuevo producto.

¿Qué es lo peor que puede pasarme?

Qué no venda ninguno.

Entonces me doy cuenta de que lo peor que puede pasarme no es tan malo como creía que podía haber sido antes de hacerme esa pregunta.

Pero, pero…. ehpera illo….

¿Qué es peor que podría pasarme si invierto mi dinero en una compañía o en un fondo de inversión o en lo que sea, si simplemente invierto?

Qué puedo llegar a perder todo mi dinero.

Dinero que ahorré con trabajo con caídas, con disgutos, dejando de hacer algunas cosas para trabajar. 

¿Pero si esto no sucede? ¿Qué es lo siguiente que podría pasar?

Que multiplique mi dinero.

Que me haga trabajar a otro ritmo, a mi ritmo.

Podría llegar a montar mi propio proyecto, para poder arruinarme.

Podría hacer un podcast, para que nadie me escuche.

O crear un producto, para que nadie lo compre.

Pero te diré algo:

En esta vida se arruinan los que no hacen, los que esperan, los que culpan, los que temen cortarse cortando jamón son los que se cortan, los que miran, los que opinan y no hacen. 

Además, en el mundo de las finanzas, los que se arruinan son muy concretos:

Los que especulan.

Los que se apalancan.

Los que quieren ganar en un día y no en un mes.

Los que no diferencian precio de valor.

Los que temen.

Los eufóricos.

Así que. 

¿Qué es lo peor que podría pasarte? y ¿qué harás para que no suceda?

Aquí explico como no arruinarte en las inversiones y actuar como un  millonario.

Aquí lo desarrollo, ¡en Febrero el próximo!

«Arrepentirse de los NO actos»